top of page

pag. 3  /  4.2 Primer espejeo

En Chile no hay reproducciones de las obras de arte fundamentales de la historia universal, de manera que solo se puede acceder a ellas en las bibliotecas o en los diaporamas de los profesores de historia del arte. Desde ese lugar cultural, precario y carente de buen material, muchas obras solo eran vistas gracias a las reproducciones diminutas que aparecían en las separatas culturales de la prensa, o en ediciones de colección. Todas ellas mediadas por el deterioro de la trama de la reproducción mecánica de la imprenta. Cultura atomizada desde la degradación de la trama de los puntos del Offset. Desde sospechar de la fidelidad de los puntos del Offset a relacionarlos con los pixeles de la imagen electrónica solo había un paso, el que fue gatillado por el discurso del video arte de finales de los 70’s, punto de partida de este trabajo.

4.3 Rudimentos

A comienzo de los años 80’s, intuí que la imagen digital podría entregar un meta sentido que no había sido explorado. Tanto desde la perspectiva de su constitución formal, como desde el punto de vista conceptual. Esto me llevo a estudiar los aspectos técnicos con que los video artistas trabajaban, lo que conocíamos como la “especificidad del medio” que tanto McLuhan como otros teóricos habían desarrollado desde el campo de las ciencias sociales y la teoría. Sin pretender un estatus teórico, sino mas bien como una forma de comenzar a recorrer un camino nuevo desde lo mínimo, a lo mas elaborado que vendría con los años de especulación. En este punto del desarrollo de PixelTerror se hace evidente la influencia del pensamiento estructuralistas y de la semiología, de los postulados del arte conceptual y de los trabajos desarrollados de manera colectiva, que habían sido pilares del pensamiento teórico y de la formas de trabajar las obras de mis años de formación.  

4.4 Elementos constitutivos.

En Pixel  Terror, el autor es apuntado, intimidado e inmovilizado por el aparato fotográfico que irrumpe como un arma de registro, cuya función principal es la de dar cuenta de una construcción estética, que debe preservar ese momento en un prontuario cultural. Es la intención postural de ese cuerpo que comparece, porque inmóvil, porque prontuariado, porque inerme, porque anónimo; y de algún modo genérico. Aquí en ésta serie de obras, el artista comparece frente a la cámara que él mismo sostiene, como un condenado frente al pelotón de fusilamiento, ejecutor y víctima en la misma persona, en una postura de máxima fragilidad.  

4.5 Autorretratarse (autor-retenerse)

Un autorretrato a foco es el retrato de un individuo en particular, mientras que el autorretrato de una persona fuera de foco tiene una filiación dudosa que ha suspendido su identidad; puede ser, pero también puede no ser. Y es ésta duda, ésta posibilidad de no ser alguien específico lo que está puesto en primer plano. Este autorretrato es condicional, tiene suspendida la certeza, y ahí radica su poder. No es que solo el artista sea testigo, también testifica quien mira en complicidad. El sujeto del autorretrato se expone a si mismo en el interior documental de la fotografía, se revela por propia mano ocupando intencionadamente el lugar de los otros, de aquellos que no están, de los que fueron arrancados de la cadena de significación familiar, emotiva, cultural y política en un determinado período histórico. Se desclasifica y se expone voluntariamente a la mirada normada de los agentes culturales y los aparatos de captura, y sobrevive en el anonimato del desenfoque.

​

bottom of page